Paraná Ciudad

sábado 27 julio, 2024
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Manejar a ciegas en la ruta 168: el peligro de trasladarse entre Paraná y Santa Fe

La autovía que une a las capitales provinciales de Entre Ríos y de Santa Fe, y que conforman un conglomerado urbano en el que viven más de un millón de pesos en el área metropolitana -que integran también las ciudades satélites de ambas- atraviesa un virtual estado de abandono.

Desde hace tiempo, las luminarias no funcionan. Entre otros motivos, se aducen los robos reiterados del cableado subterráneo, por ejemplo. Pero también el desmalezado de las banquinas es una tarea pendiente.

El tránsito a oscuras se da tanto en territorio santafesino, como en el acceso a Paraná.

En el caso de la traza en Santa Fe, se maneja a ciegas entre el cruce con la ruta 1 y el puente del río Colastiné. Luego, permanece con luminarias prendidas el tramo donde se encuentra emplazada la sede de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). Y posteriormente vuelve a interrumpirse el servicio eléctrico público, hasta metros antes del túnel subfluvial Raúl Uranga-Carlos Silvestre Begnis.

En tanto que en territorio paranaense, a la salida del Túnel, en el tramo que se encuentra en obra de los paños de hormigón de la calzada de circulación, también permanece parcialmente a oscuras, pese a que ambos sentidos de circulación comparten una vía para circular, sin separación física. Es porque se encuentra cerrado el paso de ingreso al viaducto, desde el puente sobre Antonio Crespo hasta el control policial, por reconstrucción de las losas de hormigón.

Pese a las promesas de ambas autoridades, continúa desde hace varias semanas el tránsito a oscuras por la ruta nacional 168, lo que representa un serio riesgo vial para miles de entrerrianos y santafesinos que se trasladan a diario por razones de profesionales, laborales o de estudio. Y también para otros cientos que utilizan esta vía de comunicación, en el corredor bioceánico.